El apocalipsis en Caracas al estilo rock

La banda finlandesa deleitó al público de la Universidad Metropolitana
De acuerdo al diario El Nacional, a ceremonia comenzó a las 8:00 pm, cuando la banda venezolana Sibelius salió a calentar los ánimos. El guitarrista Phillip Scheer y sus aliados ­el vocalista Ricardo Figueroa (Tolerance), el baterista Franco Nori (Cyclic Fracture), el bajista Rafael Rivas (Ventuari) y el invitado Antonio Narciso (Mojo Pojo)­ tuvieron media hora para lograr el objetivo. En ese tiempo presentaron temas con voz, como "Rising Force" de Yngwie Malsteen, y varios instrumentales, como "La tormenta" (Antonio Vivaldi) y una original y patriótica titulada "Venezuela infinita".

La euforia que despertó Sibelius fue el abreboca de lo que ocurriría luego. El lugar no estaba repleto, pero la energía de los presentes fue suficiente para estimular a Apocalyptica.

La agrupación finlandesa, que ofreció su primer show en Venezuela en octubre de 2005 en el Teatro Santa Rosa de Lima, volvió para presentar el disco 7th Symphony, del que escogieron "On The Rooftop with Cuasimodo" y "2010" para comenzar el show.

Después de "Grace", que padeció algunos desperfectos de sonido, llegó el primer clásico de Metallica de la noche, "Master of Puppets", que representó un viaje a sus inicios. Eica Toppinen, Paavo Lötjönen y Perttu Kivilaakso, quien pertenece a la banda desde 1999, jugaban con sus chelos como si fueran guitarras. Mientras uno de ellos llevaba la base grave de la pieza, el otro hacía armonías para que el último generara la melodía gracias al sutil roce entre el arco y las cuerdas de su instrumento.

A la banda, formada por estudiantes de la Sibelius Academy de Helsinski, pertenece el baterista Mikko Sirén, que demostró una precisión que resulta determinante cuando se toca un género de tantos cortes, transiciones y cambios de ritmo. El vocalista Tipe Johnson salía a cantar temas como "Not Strong Enough". El rubio aparecía de manera intermitente, como para no restarle protagonismo a los chelos.

"Como que cantan mucho, eso es bueno para nosotros", dijo Toppinen, que parece sacado de una película de fantasía. Luego el músico consultó quiénes de los asistentes poseían copias de 7th Symphony y Worlds Colide, y anunció "I’m Not Jesus", la canción que ha sido grabada por Corey Taylor, vocalista de Slipknot y Stone Sour.

"¡Venezuela, Caracas, gracias! Estamos muy contentos de estar aquí", dijo Johnson en perfecto castellano, pero luego recurrió al inglés para comunicarse: "Haremos algo muy especial esta noche". La banda tocó "Quutamo" y "Psalm", todas construidas con pasajes trágicos y épicos.

Perttu Kivilaakso se quedó solo en el escenario para mostrar sus habilidades entre gritos frenéticos de fans. Sus compañeros volvieron para presentar un episodio intimista, sin percusión ni voces, en el que interpretaron "Bittersweet" y, cantada en su totalidad por el público, "Nothing Else Matters", el gran hit de Metallica.

Kivilaakso elogió al Sistema de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela y al director Gustavo Dudamel: "It’s fucking beautiful!", gritó con voz de cuentacuentos de terror. Cuando presentó a la banda, la ovación fue ensordecedora.

Después de canciones como "Last Hope" y "Seek and Destroy" (Metallica), ofrecieron una versión de "Inquisition Symphony", original de Sepultura. Después de ésta entraron a camerinos y volvieron para tocar "At The Gates of Manala", "I Don’t Care", "Enter Sandman" ­otra de Metallica­ y "Hall of The Mountain King", que sirvió de epílogo para una ceremonia del heavy metal que no se activó con guitarras, sino a través de chelos.
 
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